domingo, 27 de mayo de 2012

Actividad Bloque II

ADAPTACIÓN DE UN CUENTO:
 
"TODA CLASE DE PIELES"
 
 
En este bloque hay que hacer una adaptación de un cuento y ahí va la mía:
Había una vez, en un lejano país, un Rey y una Reina, que tuvieron una hija, Paula, una princesa guapísima, tenía el cabello rubio y unos ojos azules, azules como el cielo.
 
Cuando la princesa era muy pequeña, su mamá murió y ella se puso muy triste puesto que era como su mejor amiga.
 
Su mamá antes de morir, le pidió un favor al rey, y era que se volviese a casar, que tuviese mucha más familia ya que con ella no podía haberla tenido.

Y el rey accedió, pero eso sí, la reina puso una norma, esa mujer tendría que ser la más bella del reino sino no valdría su promesa para nada.

El rey accedió a esa petición de la reina como última voluntad.

Éste buscó y buscó y no encontraba a nadie tan guapa como lo fue su mujer. Pero entonces se dio cuenta de que había una mujer muy hermosa, tanto que se podría decir que era mucho más que la propia reina, y esa mujer era... ¡SU HIJA!

Pasó el tiempo y el rey decidió pedirle o más bien obligar a Paula a casarse con él para cumplir el deseo de su madre.

Al oir la noticia, la princesa le dijo que accedería pero que le tendría que conceder varios deseos.

El primero de ellos fue, pedirle un vestido tan dorado como el sol.

El rey pensó y pensó y como no se le ocurría nada, llamó a sus consejeros y les dijo que necesitaba un vestido de ese tipo, y así lo hicieron, se tiraron cosiendo días y días y al final lo consiguieron.

Paula, viendo que lo había conseguido, le pidió otros dos deseos, un vestido tan plateado como la luna, y otro tan brillante como las estrellas,y el rey hizo lo mismo.

Sus consejeros trabajaron y trabajaron hasta que los consiguieron.

Paula desesperada le dijo que tendría que regalarle el último deseo, un abrigo que estuviese hecho con la piel de todos los animales que hay en el mundo.

El rey volvió a pedir a sus consejeros ayuda, les dijo que fuesen a cazar por todo el mundo para que consiguiesen trocitos de piel de cada animal del planeta.
 
Tardaron más o menos tres meses en hacerlo, el abrigo era un poco feo  y muy grande, le llegaba hasta los pies y tenía una capucha que le permitía taparse la cara.

La princesa cuando vio que su padre había conseguido regalarle todo lo que ella había pedido, se fue a su cuarto y metió en una mochila el vestido tan dorado como el sol, el vestido tan plateado como la luna, el vestido tan brillante como las estrellas y una cadenita que le habían regalado al nacer, donde iba colgado una medallita, una estrellita de oro y un anillo.
 
Se puso su abrigo de toda clase de pieles, se pintó la cara y  las manos, se recogió el pelo en una coleta y se fue al bosque.
 
De repente, la princesa escuchó unas voces, y se escondió y se dio cuenta de que eran unos soldados. Pero la escucharon y la llevaron al castillo para que el principe la viese.
 
Éste la mandó trabajar en el castillo como ayudante de cocina.
 
Durante una semana se iba a realizar un baile, y empezaba esa misma noche, entonces Paula pidió permiso a su jefe para poder asistir y él accedió.
 
Ella fua a cambiarse rapidísimo, y se puso el vestido tan bonito como el sol y fue a la fiesta.
 
El príncipe al verla se quedó anhonadado y se puso a bailar con ella pero era la hora de su cena y tenía que irse corriendo a preparla.
 
Se puso su uniforma se ensució la cara y se fue a llevarle la cena. En el fondo del plató metió una medallita de una virgen, y al príncipe cuando lo vio le sorprendió muchísimo.
 
La segunda noche, ocurrió lo mismo. Lo único que Paula se puso el vestido tan plateado como la luna. El príncipe nada más verla se fue a bailar con ella.
 
Pero al igual que la noche anterior, toda clase de pieles tuvo que volver a la cocina para prepararle el caldo al príncipe y subírselo a su cuarto. Solo que esta vez lo que dejó fue una estrellita de oro.

Cuando el principie se encontró dentro del caldo la estrellita de oro, pensó que no era una casualidad, sino que alguien lo había puesto ahí apropósito. Y lo dejó encima de la mesilla.

Bajó a la cocina y preguntó que quien había hecho el caldo las dos últimas noches. El cocinero contestó que él y que si estaba malo el caldo, a lo que el príncipe respondió que era el mejor caldo que había probado nunca.

La tercera noche de baile volvió a ocurrir lo que las noches anteriores, solo que esta vez el cocinero le dijo que tenía que volver antes.
 
Paula se puso el vestido tan brillante como las estrellas y nada más llegar al baile el príncipe la sacó a bailar y no dejaba de tocarle las manos.
 
Paula pensó que el príncipe se iba a declarar, pero esto no ocurría y el tiempo pasaba y ésta tuvo que volver a la cocina.
 
Como las noches anteriores volvió a su cuarto y se puso el uniforme, solo que esta vez no le dio tiempo a pintarse la cara, y volvió a la cocina, donde preparó el caldo para subírselo al príncipe.
 
Esta vez echo en el caldo lo único que le quedaba,el anillo.

Cuando se lo subió el príncipe le pidió que se quedara mientras se tomaba el caldo. El príncipe se empezó a tomar el caldo muy despacio y miraba a Paula continuamente.

Cuando encontró el anillo se quedó mirándolo y le preguntó que si había sido ella.
 
Ella dijo que no. Se le fue acercando y le seguía preguntando si sabía lo que era, pero ella todo el rato respondía que no.

Una vez que estuvo en frente de ella, el príncipe le dijo: “¿sabes lo que es esto?” enseñándole el anillo. Y el príncipe continuo diciendo: “este anillo es el compañero de este otro anillo que te he puesto mientras bailábamos" le dijo mientras le cogía y le enseñaba su mano. "Me enamoré de ti desde el primer día que te vi en el baile. Me harías muy feliz si aceptases ser mi esposa”.
 
Después de esta noticia, Paula decidió casarse con él y fueron felices para siempre.

1 comentario:

  1. Bien. El cuento te ha quedado bonito, pero no puedes mantener la intención de incesto en una adaptación para niños. Es algo inadmisible.

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